jueves, 20 de septiembre de 2012

¡PRIMA VERA!


Mañana es 21 de septiembre, inicio del esplendor, lo que significa primavera. Amanecerá despejado, y aunque no hará calor, el sol calentará los espíritus de la estudiantina que deambulará por los bosques, parques y plazas de la ciudad.
Primavera de Arcimboldo 1573.

Hoy, hay algo nuevo que contar. Es la primera verdad, luego de tanto reposo. Estuve en el médico traumatólogo y vio las placas que tenían buena pinta, pero era preciso que las viera quien entiende. - Valió la pena esperar 2 meses. Se ve muy bien. -dijo. Me hizo parar, caminar unos pasos, y me senté en una silla unos minutos. Se sintió que tiraban unos musculitos, cosas raras, nuevas en la espalda, pero nada llegaba al dolor, solo pequeñas molestias. La primera vez en 60 días, después de hablar con los que saben y sacar conclusiones, fue mucho menos traumático de lo pensado. Parecía que acababa de despertarme y estaba medio dormido aún cuando me movía. O que me levantaba con un bruto golpe después de un partido de fútbol. Por supuesto que queda un largo camino por delante. El próximo mes puedo deambular por mi casa, sentarme a comer, pero luego volver a seguir mejorando bajo el cuidado de la naturaleza que se ocupa de mi cuerpo. Pasado el mes, podré, si todo sigue según los pronósticos ayudados con la cautela que aprendí a tener, realizar una vida normal, siempre con los cuidados lejos de los exabruptos. A partir del cuarto mes podré volver a nadar. Pero, al parecer, ninguna rehabilitación especial, sino una recuperación paulatina de mis hábitos. ¡qué lejos que estábamos! ¡qué cerca estuvimos! Ya se siente el calorcito, ya vuelve el esplendor.
Mono capuccino, Amazonia, 1997.
León, Swazilandia, 2004.

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