viernes, 24 de agosto de 2012

LA BESTIA

Paso muchas horas con la Bella. Roma, la bella Roma, que me besa la mano, y cuando tiene mi cara cerca, me da piquitos y me toca la oreja. Después me ladra como un perrito para asustarme. -Quer a bella y a bestia Roma. -me pide. Y así estoy, convirtiéndome en un acérrimo crítico de dibujos animados, paso por la Bella Durmiente (traducida "A princesa dormir"), pero la que prima es -Quer a bella y a bestia Roma. A razón de media docena de veces por día, estoy aprendiendo, debo decirlo. Después de ver esta película creo que entiendo más del 80% del cine de Estados Unidos, salvo algunas excepciones como American Beauty, Bladerunner, y varias más que hay que interpretar aparte. Aunque la historia es francesa, sumada al retato de Disney, es un patrón del cine del norte.

Pero lo que más me llamó la atención fue cuando el engreído Gastón encolumnó a todo el pueblo hacia el castillo para liquidar a la bestia, berreó: "El que no está con nosotros, está contra nosotros". Lo que me recuerda (ahora que acabo de recordar el 2001 en New York), al dos veces presidente de EEUU, George W. Bush, cuando luego de caer las torres gemelas intimida al mundo con su "Either you are with us, or against us". Maniqueísmo intimidatorio en estado gaseoso.

Pero la película me deja otros valores: leer libros sin dibujitos, querer a los objetos inanimados, cuidar a nuestros viejos, y otros principios acerca de la bondad humana que todos conocemos y seguiremos esmerándonos por respetar. Mientras tanto esta Bestia que se tira de los árboles, intenta incorporar el don de la paciencia (sn enojarse como en el dibujito).

Y lo que más me gusta del cuentito es que Roma repite una y otra vez: - Va a buscar al Papá la princesa.

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